(miComunidad.com) ¿Qué dice la Biblia sobre la cremación? ¿Deberían los cristianos ser cremados? La Biblia no da ninguna enseñanza específica sobre la cremación. Hay casos en el Antiguo Testamento de personas quemadas hasta morir (1 Reyes 16:18; 2 Reyes 21:6) y de huesos humanos quemados (2 Reyes 23:16-20), pero estos no son ejemplos de cremación. Es interesante notar que en 2 Reyes 23:16-20, la quema de huesos humanos en un altar profanó el altar. Al mismo tiempo, la ley del Antiguo Testamento en ninguna parte ordena que un cuerpo humano fallecido no sea quemado, ni impone ninguna maldición o juicio sobre alguien que es incinerado.
La cremación se practicaba en tiempos bíblicos, pero los israelitas o los creyentes del Nuevo Testamento no la practicaban comúnmente. En las culturas de los tiempos bíblicos, el entierro en una tumba, cueva o en el suelo era la forma común de deshacerse de un cuerpo humano (Génesis 23:19; 35:19; 2 Crónicas 16:14; Mateo 27:60-66). Si bien el entierro era la práctica común, la Biblia en ninguna parte ordena el entierro como el único método permitido para deshacerse de un cuerpo.
¿Es la cremación algo que un cristiano puede considerar? Una vez más, no existe un mandato bíblico explícito contra la cremación. Algunos creyentes se oponen a la práctica de la cremación sobre la base de que no reconocen que un día Dios resucitará nuestros cuerpos y los volverá a unir con nuestra alma / espíritu (1 Corintios 15:35-58; 1 Tesalonicenses 4:16). Sin embargo, el hecho de que un cuerpo haya sido incinerado no dificulta que Dios resucite ese cuerpo. Los cuerpos de los cristianos que murieron hace mil años ya se han convertido completamente en polvo. Esto de ninguna manera evitará que Dios pueda resucitar sus cuerpos. Él los creó en primer lugar; No tendrá dificultad en recrearlos. La cremación no hace más que “acelerar” el proceso de convertir un cuerpo en polvo. Dios es igualmente capaz de levantar los restos de una persona que ha sido incinerada como de los restos de una persona que no fue incinerada. La cuestión del entierro o la cremación está dentro del ámbito de la libertad cristiana. Una persona o una familia que esté considerando este tema debe orar pidiendo sabiduría (Santiago 1:5) y seguir la convicción resultante.
Recurso recomendado: Created in God’s Image by Anthony Hoekema
