(miComunidad.com) En Génesis 1:1 encontramos una de las declaraciones más profundas y fundamentales de toda la Escritura: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Esta frase abre el relato bíblico dejando claro que el universo no surgió por casualidad ni por accidente, sino que tiene un origen divino. La Biblia, sin embargo, no da una fecha exacta sobre cuándo ocurrió este acto creador. Lo único que nos ofrece es la afirmación de que sucedió “en el principio.” La palabra hebrea utilizada, bereshith, significa literalmente “cabeza” o “comienzo,” señalando un inicio absoluto marcado por la intervención directa de Dios.
A lo largo de la historia, los cristianos siempre han coincidido en que Dios es el Creador de todo lo visible y lo invisible. La diferencia surge cuando intentamos entender el significado de la palabra “día” en Génesis capítulo 1. Para algunos, este término debe entenderse como un día literal de 24 horas, lo que conduce a la creencia en una tierra relativamente joven. Para otros, el término es más poético o simbólico, abriendo la posibilidad de que los días de la creación representen períodos mucho más largos, lo que encajaría con una tierra y un universo de gran antigüedad.
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