(miComunidad.com) La Biblia, además de relatar historias de fe, redención y esperanza, también describe episodios impresionantes donde hombres de tamaño y fuerza extraordinarios caminaron sobre la tierra. Estos gigantes no solo se mencionan por su estatura, sino por el papel que desempeñaron en la historia del pueblo de Dios. Sus vidas y derrotas nos enseñan que, aunque el ser humano pueda alcanzar gran poder físico, ninguna fuerza terrenal puede compararse con el poder de Dios.
Uno de los más famosos fue Og, rey de Basán, último sobreviviente de los refaítas. La Escritura señala que su cama de hierro medía más de cuatro metros, una pista clara de su colosal estatura. Gobernaba sobre Basán, una tierra fértil y estratégica, pero ni su tamaño ni su poder militar pudieron resistir el juicio de Dios a través de Moisés y el pueblo de Israel. Su caída demuestra que ninguna fortaleza humana es invencible cuando el Señor está en contra.
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