(miComunidad.com) En Génesis 28:15 Dios le dice a Jacob: “Yo estoy contigo y te guardaré por dondequiera que fueres”. Estas palabras, pronunciadas en un momento de gran temor e incertidumbre, revelan tanto el carácter de Dios como su fidelidad al pacto. Lo que Dios le aseguró a Jacob sigue siendo una promesa para todo su pueblo: su presencia y cuidado no tienen límites.
Jacob huía de la ira de su hermano Esaú, después de haber engañado a su padre Isaac. Solo y en camino hacia Harán, pasa la noche en Betel, donde sueña con una escalera que conecta la tierra con el cielo y ángeles que suben y bajan. En esa visión, el Señor reafirma las promesas dadas a Abraham e Isaac: descendencia numerosa, tierra y bendición para todas las naciones (Génesis 28:13–14). Pero junto a esas promesas, Dios añade algo profundamente personal: “Yo estoy contigo y te guardaré”.
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