(miComunidad.com) La frase “una vez salvo, siempre salvo” es una declaración común dentro de algunos círculos cristianos, especialmente en tradiciones teológicas que sostienen la seguridad eterna del creyente. Según esta creencia, una vez que una persona ha recibido genuinamente la salvación por medio de Jesucristo, no puede perderla, sin importar lo que ocurra después. Pero ¿es esta doctrina bíblica? ¿Cómo debemos entenderla a la luz de las Escrituras?
El punto de partida para esta discusión es entender lo que significa ser salvo. La salvación bíblica no es simplemente una decisión emocional o una repetición de palabras; es una obra sobrenatural de Dios en el corazón humano. Jesucristo mismo dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; y yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:27-28). Este pasaje parece enseñar una seguridad firme en la obra de Cristo.
Leer más
Debe iniciar sesión para leer el resto de este artículo. Por favor inicie sesión o regístrese como usuario.