(miComunidad.com) Malaquías 3:6 ¿Quiénes son los “hijos de Jacob”? Malaquías 3:6 dice: “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos”. Otras traducciones, como la Nueva Versión Internacional y las Nuevas Traducciones Vivientes, tienen “descendientes de Jacob” en lugar de “hijos de Jacob”; en cualquier caso, la referencia es a todos los israelitas. Los hijos de Jacob son en verdad los israelitas, y este versículo subraya la fidelidad de Dios, incluso en tiempos de juicio.
El libro de Malaquías comienza con una expresión del amor de Dios, y Él la refuerza contrastando el destino de los “hijos de Jacob” con el de Esaú y sus descendientes, los edomitas. En particular, todo el libro de Abdías profetizó la caída de Edom, y durante el período en que Malaquías escribió, Edom fue completamente arrasado (Malaquías 1:2-5). Los israelitas deberían haber enfrentado un destino similar debido a su atroz pecado, pero Dios preservó un remanente entre ellos, honrando sus promesas a Abraham, Isaac y Jacob. Un ejemplo es Génesis 28:13-15, en el que Dios le asegura a Jacob
“Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho”.
Reina-Valera 1960
El uso deliberado por parte de Dios de la expresión hijos de Jacob parece remontarse al pacto que Él estableció con los patriarcas, particularmente con Jacob. Por tanto, su amor por Israel y su misericordia no se extienden por su bondad, sino por su fidelidad. Esta devoción es evidente en los escritos de otros profetas, incluso frente a una rebelión abierta. En Jeremías 33:25-26, Dios proclama
“Así ha dicho Jehová: Si no permanece mi pacto con el día y la noche, si yo no he puesto las leyes del cielo y la tierra, también desecharé la descendencia de Jacob, y de David mi siervo, para no tomar de su descendencia quien sea señor sobre la posteridad de Abraham, de Isaac y de Jacob. Porque haré volver sus cautivos, y tendré de ellos misericordia”.
Reina-Valera 1960
Así como las leyes naturales e inmutables gobiernan el ciclo del día y la noche, la fidelidad de Dios permanece inmutable. Esta es una noticia alentadora tanto para los hijos de Jacob como para los creyentes que se aferran a la oferta de redención de Cristo. Si Dios permaneció fiel a los israelitas a pesar de su rebelión, debido a su pacto con sus antepasados, ¿cuánto más firme será con nosotros, con quienes ha entrado en pacto mediante el sacrificio de su Hijo? Cristo sigue siendo nuestra única fuente de esperanza y, debido a la fidelidad inquebrantable de Dios, encontramos la seguridad de que nuestra esperanza no es en vano.
Para estudio adicional
Nahúm-Malaquías, Comentario Holman del Antiguo Testamento por Stephen Miller
