(miComunidad.com) En el libro de Daniel capítulo 2 encontramos una historia tan peculiar como fascinante: el rey Nabucodonosor tuvo un sueño inquietante… pero al despertar, lo olvidó. No recordarlo no significaba que dejara de inquietarlo; por el contrario, lo perturbaba tanto que decidió convocar a todos los sabios de Babilonia para que no solo interpretaran el sueño, sino que también lo relataran sin que él se los dijera.
Este desafío era prácticamente imposible. Los magos, astrólogos y adivinos del reino admitieron que nadie en la tierra podía cumplir semejante petición. Solo un dios que viviera entre los hombres podría hacerlo, dijeron (Daniel 2:11). Fue entonces cuando Nabucodonosor, furioso, ordenó ejecutar a todos los sabios, lo que incluía a Daniel y sus amigos.
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