(miComunidad.com) La chía (Kia) es una hierba nativa de México que pertenece a la familia de sabios. El término se deriva de chia Chiyan para designar salvia Salvia hispanica en náhuatl, la lengua de los aztecas. Esta salvia se cultiva por sus semillas, que cayeron dentro de la dieta básica de los pueblos antiguos de México. Lo utilizaron no sólo por sus propiedades medicinales, sino también como ofrendas a los dioses.
Después de ser ignorada durante siglos, las semillas de chía están de vuelta en la década de 1990 gracias a los nutricionistas, que reconocieron sus muchas virtudes. Ellos representan actualmente una tendencia en la comida sana que ahora ha vuelto nuevamente a ser consumida activamente no sólo por los mexicanos.
Las semillas de Chía son relativamente pequeñas. Su textura puede recordar las semillas de amapola. Generalmente de color marrón, que puede ser de color beige, gris o blanco dependiendo de la variedad. La Blanca Chía (llamada pálida) tiene un sabor neutro. Las semillas de color marrón tienen un sabor más fuerte.
Las semillas de chía son naturalmente ricos en grasas “buenas“. Contienen ácido aproximadamente el 15% alfa-linolénico (ALA), un ácido graso que pertenece a la familia de omega-3. Otra ventaja: las semillas también contienen ácidos grasos omega-6, ácidos grasos poliinsaturados. Muy rica en fibra dietética y soluble, promueven el tránsito intestinal y ayuda a prevenir la enfermedad cardiovascular, ciertos tipos de cáncer y la diabetes tipo 2.
¿Cómo consumir las semillas de chía?
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La manera más fácil y rápida para consumir la chía, es verter una cucharada de esta semilla en media taza con agua fría o tibia, moverlo por varios segundos y dejar reposar entre 30 a 45 minutos antes de consumirla.
Mientras más tiempo permanezca reposando en el agua, obtendremos una mezcla espesa muy similar al de la linaza. Esto ayudará a concentrar mejor las propiedades de la chia y de esta manera se pueden aprovechar al 100 x 100 sus propiedades.
Las semillas de Chía contienen 23% de proteína. También son una buena fuente de vitaminas B9, calcio, magnesio, antioxidantes y minerales.
Tienen un sabor bastante neutro. Cuando se coloca en contacto con un líquido, asumen una textura similar a un gel. Por lo tanto, van a tomar esta consistencia en contacto con la saliva. Se pueden comer así, pero más a menudo se asocian con otros alimentos.
Sé que después de ver esta información, vas a tener estas valiosas semillas en tu dieta regular. En mi caso, las mantengo en la alacena para consumirlas con limonada, jugo de fresa, sandía y demás pues no altera el sabor.
Comparte esta valiosa información para que todos se beneficien de este súper alimento.
Fuente: Yo Amo Mi Salud
